Aforema 1112
Escribir es hablar de uno mismo, ciertamente, 
pero, también, traicionarse uno a sí mismo. No hay contradicción alguna 
cuando se realiza esta actividad tan poco natural. Decir, traicionarse, 
no es otra cosa que pretender trasladar al lector la convicción de que 
escribir es desnudarse ante los demás. Normalmente, salvo raras 
excepciones, escribimos vestidos, bien sea con ropa de calle, en pijama 
o, si el calor aprieta, con una camiseta y con, al menos, los calzoncillos
 puestos (o las bragas). No lo voy a negar por ser demasiado evidente: 
uno habla de sí mismo cuando escribe. Pero, también, no habla de sí 
mismo cuando escribe. Más que nuestras creencias, filias o fobias, 
nuestras afirmaciones o negaciones, la escritura muestra, directa o 
indirectamente, nuestras inquietudes. La afirmación o la negación 
siempre es provisional. La inquietud siempre permanece.
Reseña + entrevista: Michel Houellebecq. La corrosión de lo humano de José 
Carlos Rodrigo Breto
                      -
                    
*Idioma original:* Español 
*Año de publicación: *2025
*Valoración:* Bastante recomendable
Hace unos días hablábamos de Céline y de la separación entre obr...
Hace 1 hora

No hay comentarios:
Publicar un comentario