
Paul Auster escribe un relato en el que el protagonista (August Brill) inventa historias cuando la noche se alía con el insomnio. En una de esas historias el personaje principal (Owen Brick) vive situaciones que se desarrollan en dos universos paralelos. En uno de ellos debe llevar a cabo la misión de matar precisamente al narrador insomne. Dos novelas en una, tres niveles de ficción que se retroalimentan y cuestionan la separación entre lo real y lo imaginario.