All we are is dust in the wind

All we are is dust in the wind

A NADIE PRETENDO COMUNICAR CERTEZA ALGUNA. NO LAS TENGO.

A lo sumo alguna conjetura, siempre desde la incertidumbre.

Hace años lo aprendí de Albert Camus. Más tarde, unas palabras de Michel Foucault volvieron a recordármelo: No hay que dejarse seducir por las disyunciones, ni aceptar acríticamente los términos del dilema: o bien se está a favor, o bien se está en contra. Uno puede estar enfrente y de pie.

"La idea de que todo escritor escribe forzosamente sobre sí mismo y se retrata en sus libros es uno de los infantilismos que el romanticismo nos legó...las obras de un hombre trazan a menudo la historia de sus nostalgias o de sus tentaciones, casi nunca su propia historia" (Albert Camus)

http://books.google.es/books?id=GiroehozztMC&pg=PA25&source=gbs_toc_r&cad=4#

PARA QUÉ SIRVE LA FILOSOFÍA. Paco Fernández.


domingo, 15 de febrero de 2015

Escribir o traicionarse no es, de nuevo, la cuestión.

Aforema 1112

Escribir es hablar de uno mismo, ciertamente, pero, también, traicionarse uno a sí mismo. No hay contradicción alguna cuando se realiza esta actividad tan poco natural. Decir, traicionarse, no es otra cosa que pretender trasladar al lector la convicción de que escribir es desnudarse ante los demás. Normalmente, salvo raras excepciones, escribimos vestidos, bien sea con ropa de calle, en pijama o, si el calor aprieta, con una camiseta y con, al menos, los calzoncillos puestos (o las bragas). No lo voy a negar por ser demasiado evidente: uno habla de sí mismo cuando escribe. Pero, también, no habla de sí mismo cuando escribe. Más que nuestras creencias, filias o fobias, nuestras afirmaciones o negaciones, la escritura muestra, directa o indirectamente, nuestras inquietudes. La afirmación o la negación siempre es provisional. La inquietud siempre permanece.