All we are is dust in the wind

All we are is dust in the wind

A NADIE PRETENDO COMUNICAR CERTEZA ALGUNA. NO LAS TENGO.

A lo sumo alguna conjetura, siempre desde la incertidumbre.

Hace años lo aprendí de Albert Camus. Más tarde, unas palabras de Michel Foucault volvieron a recordármelo: No hay que dejarse seducir por las disyunciones, ni aceptar acríticamente los términos del dilema: o bien se está a favor, o bien se está en contra. Uno puede estar enfrente y de pie.

"La idea de que todo escritor escribe forzosamente sobre sí mismo y se retrata en sus libros es uno de los infantilismos que el romanticismo nos legó...las obras de un hombre trazan a menudo la historia de sus nostalgias o de sus tentaciones, casi nunca su propia historia" (Albert Camus)

http://books.google.es/books?id=GiroehozztMC&pg=PA25&source=gbs_toc_r&cad=4#

PARA QUÉ SIRVE LA FILOSOFÍA. Paco Fernández.


sábado, 26 de febrero de 2011

La izquierda: nostalgia y melancolía como programa de futuro. Gadafi o "el ignorado".

En las últimas semanas no he leído u oído nada acerca de manifestaciones del pueblo israelí reivindicando libertades de las que se encuentra privado. ¿Quizás porque en ese Estado tan vilipendiado no son necesarias movilizaciones de ese carácter debido a que el recocimiento de las libertades se da de facto y de iure? Ni siquiera los árabe israelíes las han llevado a cabo. ¿Quizás porque constatan día a día que su situación social y política es mucho mejor que la de sus hermanos sirios, libaneses, egipcios o tunecinos?

Tampoco he leído u oído casi nada sobre la respuesta de la izquierda pro-árabe-islamista y eurábica con respecto a la gestión tan "democrática" que el sátrapa Gadafi está haciendo de los conflictos que se están produciendo en Libia.

Imaginemos por un momento que la respuesta de Gadafi a las manifestaciones (que nada tienen de revolucionarias, a no ser que el término "revolución" haya cambiado de significado y yo no me haya enterado), con bombardeos, cientos de muertos, etc., hubiese tenido lugar en Israel. Tendriamos ya a los actorcillos de turno y a los politicuchos chilábicos llamando al pueblo españosl manifestarse contra el racismo e imperialismo sionista, solicitando condenas a la ONU y diciendo las mismas gilipolleces de siempre.

¿Dónde está la izquierda? ¿Se ha escondido? Parafraseo sin ningún escrúpulo al Nietzsche de la GAYA CIENCIA:

No oísteis hablar de aquél "left man" que en pleno día corría por la plaza pública con una linterna encendida, gritando sin cesar: ¡ Busco al disidente, al proletario, al Che, al colonizado, a la víctima...! ¡Busco mi sentido, mi referencia! Sin él el vértigo se apodera de mí, el universo se descentra, el vacío me sume en una nada infinita...! ¿Dónde está la izquierda? ¿Acaso ha muerto o, más bien, la hemos matado? ¿Se ha suicidado? No, se responde el "Left Man": Nos queda la nostalgia y la melancolía como proyecto de futuro, aunque con ello tengamos que negar la evidencia del fracaso y justificar el atropello, aunque con ello tengamos que manipular la historia e inventar verdugos que justifiquen nuestra existencia, aunque con ello tengamos que distorsionar el tiempo y la actualidad: "elevemos nuestras críticas y nuestras voces contra la visita de Peres a España e ignoremos las tropelías del camarada Gadafi."

El Left Man calló y el auditorio aplaudió y gritó, y en el estruendo se adivinaba una sutil mezcla de chilabas y hoces y martillos, Alá y soviets, ecos del Gulag y feminismos trasnochados, estribillos bolivarianos y socialistas enmillonados, voces en off y exabruptos judeófobos, la sharia y los protocolos de Sión...


¿Dónde está la Izquierda? ¿Sólo nos queda su sombra?