La caída 
Hay una caída que se sabe hija del sin-sentido 
Hermana de la tristeza que todo ser lleva dentro 
Rastro de la alegría en el alma aletargada 
Hay una caída emparentada con los sueños y las ilusiones 
Una broma románticamente trágica 
Sin punto de partida 
Hay una caída cíclica         
O eterno retorno de lo mismo 
Un laberintosin referencias 
Salvo el Yo y sus consecuencias 
Hay una caída que nace cuando se desplaza la mirada 
Y la realidad aparece desnuda 
sin velos              sin trampas           sin artificios retóricos 
Sin los vestidos que la disfrazan 
Hay una caída que se nos escapa 
Que huye de la idea         de la imagen       
del cuadro que nos hacemos 
De los demás          de nosotros mismos        
de la reciprocidad de los gestos          o de los    sentimientos 
Hay una caída peligrosa  que se nutre de sí misma  
Y se solaza en la pura y egocéntrica reflexividad 
De una autocompasión que conjuga 
Nostalgia       Resentimiento    y  Cobardía 
Hay una caída que se alía con la oscuridad 
Y traspasa el día 
Hasta que desaparece o se esconde 
Esparando el momento de volver a citarnos 
En la plaza        En el coche    o   en la Cama