La paz entre Hamás y la Autoridad Nacional Palestina sólo puede significar, si la primera no renuncia –y no hay ninguna evidencia al respecto- a su objetivo explícito de destruir el Estado de Israel, que la ANP acepta y asume los parámetros bélicos antiisraelíes de los actuales gobernantes de Gaza. Dicha “paz” no es, por tanto, motivo de celebración, sino, más bien, todo lo contrario, ya que significa la propuesta de una unidad de acción con una organización terrorista.
A modo de ejemplo, reproduzco el Artículo 7 de la Carta Fundacional de Hamás:
(…) El Profeta, que Alá le bendiga y le dé la salvación, ha dicho: “El Día del Juicio no
llegará hasta que los musulmanes combatan contra los judíos (matando a los judíos),
cuando el judío se esconderá detrás de piedras y árboles. Las piedras y los árboles dirán:
Oh musulmanes, oh Abdulla, hay un judío detrás de mí, ven a matarlo (…)
Y sobre la Educación de los Niños tal y como la entiende Hamás:
Y sobre la Educación de los Niños tal y como la entiende Hamás: