Domesticar la soledad
Entras sin avisar y te instalas justo en el lugar donde nacen todas
Y cada una de mis batallas
Invisible te quiero y no te quiero tan dentro de mí
Eres Niebla y Sol y Nube y Tierra y Caos
Entre la multitud grito tu nombre
Conmigo quiero apartarme de ti
En ocasiones busco tu olor tu sabor tu silenciosa voz
Quiero tenerte y apartarte de mí
Estar contigo es estar conmigo sin piel ni calor ni labios
Entras sin avisar y ocupas todo mi ser
Contigo es imposible cualquier forma de menage à trois
Eres la pausa entre canción y canción
El ritmo sincopado de una pieza de bebop
La mitad más uno de una palabra que jamás pronuncié
No eres lugar ni momento ni espacio ni mentira ni verdad
Entras sin avisar como un relámpago de claridad
Y ahí sin ruido vas tejiendo el hilo que lleva hasta mí
Entras sin avisar y te instalas allí donde nadie más puede entrar
Te sonrío esta vez mañana quizás te vuelva a maldecir
Qué difícil domesticar la soledad
Improbable imposible posible soledad en ella
Me arrojas al interior de un verso
Me atrapa lo atrapo
Se desliza Me deslizo
Es un fragmento del universo en el cual no hay centro ni vértices ni aristas
Se escapa Me escapo nos encontramos
En una de las muchas esquinas que dibuja indifierente la NOCHE
Me lanzas al alma un verso
“y descubrió con tristeza que su cuerpo no fue camino sino meta”
Me apoyo en la inefable ausencia de su rima
A ella me entrego sin máscaras decido quitarme la coraza
Y se pega a mi piel como el aire que me arrastra hacia el sueño
En el que vemos el mar tan cerca casi nos moja el agua
De la última ola que desencadenó el verso
Y soledad llama a soledad para que no se llame tristeza
Para que vuele con las palabas que no fueron pronunciadas
Quizás sobraban quizás
Y si mi cuerpo no fue ni senda ni camino ni vereda
Y si lo fue
No lamento el malentendido y me anudo a mi cuerpo
Razón Tránsito Senda Perdida nunca nunca meta
Vuelvo al verso como vuelvo al jazz cada noche en cada historia
“y descubrió con tristeza que su cuerpo no fue camino sino meta”
Cuerpo me dices infinito haz de intersecciones
Del deseo que nos sobrepasa y nos lanza hacia lo incierto
De amores perdidos que ya no son sino humo en la memoria
O amores ganados que nunca pasan ni quedan ni se marchan ni nos dejan
Porque anidan muy dentro muy profundo en las entrañas
Cuerpo me dices de nuevo o fue ayer no importa
No pretendo datar los sentimientos
Cuerpo
Haz de sendas entrelazadas que se abren a la llegada de nuevos viajeros
Cuerpo
Itaca Ulises Pessoa no más de tres coordenadas
Ilocalizable mi cuerpo tu cuerpo en las cartografías al uso
Se resiste a las tiránicas taxonomías de la anatomía
Cuerpo
Fuego que se alimenta de sus propias brasas
Fuego que alimenta otros cuerpos queridos deseados amados desconocidos
Voz Boca y rimas y besos se amontonan
En mis manos abiertas en mis brazos hechos de los retazos que imaginó
Un día un verso en cuyo interior entendí que mi cuerpo mi tristeza
No es la conclusión de un razonamiento ni la tesis lógica que se deduce de una inferencia
No es el sumatorio del deseo
Se fue la tristeza con el último beso el que nunca llegó porque nació
En el camino sin objetivo sin meta sin propósito sin “telos”
Nació con la certeza de que en mi cuerpo no hay murallas
Ni puentes levadizos
ni vallas ni sofisticados sistemas de vigilancia
para ti Mi Mujer My Soledad más íntima
mirada honesta
si clavas en mi los ojos e intentas
atravesarlo