Fue la Católica Iglesia allá por el medievo 
Martillo de Herejes 
Y Forja de Ignorancia entre sus fieles 
Ni alimentaba el cuerpo ni nutría el alma 
Y en sus Encuentros por la Ley y el Orden 
Denominados Concilios 
veta y prohibe allá en Tarragona 
La traducción a la lengua romance 
E incluso la lectura de la Biblia
Y todo por el Divino Temor 
De que algún negligente traductor 
Puediese falsear la doctrina 
O minar 
Al extenderse la mirada al pueblo 
Una autoridad que ni Dios debe poner en duda 
 
