Aforema 2204 De ángeles y Bestias.
En primer lugar, dos gigantes de la filosofía:
El hombre es un ser entre las bestias y los ángeles (San Agustín).
Somos ángeles y bestias, y cuando queremos ser sólo ángeles, nos convertimos en bestias. (Pascal)
En segundo lugar, el imitador:
El ser humano es un animal de carencias, un ser que debe compensar dichas carencias mediante la construcción de un mundo, su mundo. Es el resultado de la Caída y el inicio de una aventura con un futuro incierto. El Edén fue dispuesto por Dios para ubicar a un ser sin carencias, sosegado y satisfecho. Pero la imagen y la semejanza no son la identidad. Adán y Eva se asemejan a Dios, pero no son Dios. Comparten ciertas funciones con los animales, pero no lo son. ¿Qué son? El mito judeocristiano nos remite a la consideración del ser humano como una doble negación: ni Dios ni animal. O, más bien, el espacio fronterizo, la tierra de nadie definida por esas dos negaciones. (Paco Fernández).