All we are is dust in the wind

All we are is dust in the wind

A NADIE PRETENDO COMUNICAR CERTEZA ALGUNA. NO LAS TENGO.

A lo sumo alguna conjetura, siempre desde la incertidumbre.

Hace años lo aprendí de Albert Camus. Más tarde, unas palabras de Michel Foucault volvieron a recordármelo: No hay que dejarse seducir por las disyunciones, ni aceptar acríticamente los términos del dilema: o bien se está a favor, o bien se está en contra. Uno puede estar enfrente y de pie.

"La idea de que todo escritor escribe forzosamente sobre sí mismo y se retrata en sus libros es uno de los infantilismos que el romanticismo nos legó...las obras de un hombre trazan a menudo la historia de sus nostalgias o de sus tentaciones, casi nunca su propia historia" (Albert Camus)

http://books.google.es/books?id=GiroehozztMC&pg=PA25&source=gbs_toc_r&cad=4#

PARA QUÉ SIRVE LA FILOSOFÍA. Paco Fernández.


lunes, 21 de febrero de 2011

Izquierda Unida o Gaspar Llamazares: ¿cinismo, oportunismo político o la vieja estrategia staliniana?

En primer lugar, el hecho: Izquierda Unida ha registrado una pregunta en el Congreso en la que insta al Gobierno a decir si apoya la “propaganda sionista” que, a su entender, hace la Casa Sefarad en España. Gaspar llamazares ha planteado la cuestión a propósito de la visita del presidente del Estado de Israel Simón Peres a nuestro país con el propósito de participar en la inauguración de la institución citada.

(Sobre el carácter y tareas que lleva a cabo la Casa Sefarad, el lector puede consultar la siguiente dirección: http://www.casasefarad-israel.es/es/.)

Gaspar Llamazares quiere saber:

  1. Si el Gobierno español apoya a la Casa Sefarad-Israel en su difusión de los puntos de vista sionistas.
  2. Si el Gobierno acepta:
    1. Las vulneraciones del Derecho Internacional realizadas por el Estado de Israel.
    2. Las acciones de conquista militar.
    3. Las vulneraciones de las Convenciones de Ginebra.
    4. Si en el programa de intercambio con alumnos españoles se transmite información sobre las leyes racistas israelíes.

Y yo le digo al Sr. (¿Sr?.) Llamazares:

Que sabe perfectamente que el gobierno español no se caracteriza precisamente por su “talante” pro-sionista. Lo sabe, por supuesto, y por tanto, la pregunta que ha elevado al Congreso no obedece sino a la necesidad de estar presente en un momento histórico en el que IU no es más que folclore, ritual obsoleto y obscenidad buenista. Llamazares lo sabe, pero de algún modo tiene que justificar el sueldo de diputado que vergonzosamente continúa cobrando. Así pues, tacharlo de cínico sería demasiado elegante. ¿Sabe acaso qué es el sionismo? ¿Se ha molestado en estudiarlo? Y si lo sabe, aún peor. Ya no sería cuestión de rentabilizar económicamente su escaño, sino un caso de mala fe y oportunismo político perverso. A falta de proletarios y disidentes, metamos mano al de siempre. A Israel, por supuesto. A falta de referencias, hoy la izquierda ha elegido de nuevo al judio, al israelí, al sefardí, como chivo expiatorio. Cuando no es el imperialismo israelí es la Casa de Sefarad: todos deben ser vigilados. El camarada Llamazares-Stalin pone en juego la premisas totalitarias judeófobas. Y es que estos “izquierdosunidos” se agarrran a un clavo –o a un escaño- ardiendo. Su modelo sigue siendo la delación, el chivatazo, la denuncia y la sospecha; y sin lugar a dudas: la posesión de la verdad revolucionaria, de la ética y de la justicia. O traducido: la mentira de la neolengua, la inmundicia moral y justicia del Gulag.   

Este izquierdista de salón, sillón y buen sueldo, nostálgico de una revolución que inauguró la era totalitaria en el siglo XX, defensor del castrismo cubano y abanderado de las diferentes formas de teocracia islámista, no tiene ningún pudor -¿cómo lo iba a tener?- en mentir al Congreso. Y miente cuando habla de “conquistas militares” y miente cuando habla de leyes racistas israelíes. Pero no nos sorprende -¿cómo podría sorprendernos?-

Y digo yo: ¿Por qué no difundir los puntos de vista sionistas? ¿Dónde está el pecado? Ah!, claro, perdón. Llamazares hace gala de su particular judeofobia al subscribir tácitamente la ecuación:

Sionismo=racismo + colonialismo                              =judaísmo + Casa Sefarad

Pero, Llamazares sabe que esta ecuación es falsa. Entonces, ¿a qué viene la pregunta al Congreso?

Volvemos a empezar. El eterno retorno de lo mismo. La judeofobia con nuevos rostros.En este caso el del antisionismo. Llamazares: el totalitarismo con los rostros de siempre.