1. Los pioneros judíos que trabajaron la tierra, secaron pantanos e hicieron, en definitiva, habitable gran parte de Palestina no estaban al servicio de ningún imperio.
2. El juego que desarrolló el imperio británico en Oriente Medio benefició mucho más a los árabes que los judíos (Véase Transjordania, por ejemplo). El presunto sionismo inglés no tardó en transformarse en un conjunto de medidas antisionistas que variaban según los intereses geopolíticos de la administración británica.
3. Los británicos ahorcaron judíos y devolvieron a Europa barcos repletos de judíos que huían de los nazis. Dieron marcha atrás en el Libro Blanco de 1939 a lo que habían planteado en la Declaración Balfour de 1917.
4. Los británicos se abstuvieron en la votación que se celebró para la partición de Palestina (la URSS votó a favor, no lo olvidemos)
5. En la guerra del 48, oficiales británicos se sumaron a las fuerzas de la Legión Árabe Jordana contra el recién creado Estado de Israel.
No ofrezco datos ni pruebas para justificar mis afirmaciones. Todo aquél que los precise puede o bien estudiar algo de historia o simplemente dirigirse al autor de este blog que amablemente atenderá sus demandas.