Cultivar la lectura y la escritura nos permite contrarrestar el efecto que sobre el mundo tiene la estupidez humana, la propia y la ajena. Leer y escribir son dos buenos antídotos contra los principios que rigen la circulación de la necedad, a saber: 
• El principio pascaliano: la estupidez se encuentra en todo lugar y en todo ser y se proyecta con igual o mayor intensidad en todas direcciones. 
• El postulado de la conservación de la estupidez: su nivel se mantiene constante, ni se crea ni se destruye, se desplaza. 
• El principio antropológico o principio de razón suficiente: siempre encontramos razones para no considerarnos unos estúpidos. Los estúpidos siempre son los otros. 
 • Principio de inercia o constancia: la estupidez se mantiene constante en un individuo o grupo si no interviene ninguna fuerza que la desplace. 
• El principio socrático: conoce el grado de estupidez que puedes llegar a 
soportar, o lo que es lo  mismo, cuídate de tu propia estupidez y de la ajena. 
Estos cinco principios se cierran en dos: 
• El principio de acción y reacción: A toda fuerza estúpida hay que oponerse con la misma intensidad y en la misma dirección, aunque en sentido contrario. 
• El principio volitivo: resistirse a la estupidez es apostar por no ser ni un apocalíptico-zombie ni un integrado-fanático. 
