"(...) Tariq Ramadán, el académico nacido en Suiza que tiene la cátedra de estudios contemporáneos islámicos en Oxford patrocinada por Su Alteza Hamad Bin Khalifa Al-Thani –no es broma–, decía la semana pasada al Washington Post que la yihad "no tiene nada que ver con la guerra santa... Cuando usted está intentando resistirse a las malas tentaciones y reformarse con buenas aspiraciones, ésa es la yihad de uno mismo".
Lo que convierte esta mentira en algo tan descarado –aunque el Washington Post ni siquiera pensó en cuestionarla– es que Ramadán es el nieto de Hassan al-Banna, fundador en 1928 de la Hermandad Musulmana. El mismo al-Banna indicaba claramente que el Corán y otras doctrinas islámicas "exhortan a la gente... a la yihad, la guerra, a las fuerzas armadas y a todo tipo de lucha por tierra y mar".
Además: la rama palestina de la Hermandad Musulmana es Hamás. Entre los fundadores de Hamás estaba el jeque Abdulá Azzam que también era mentor de Osama bin Laden. Como Andy McCarthy cuenta en sus memorias, Azzam "galvanizó a los musulmanes del mundo entero con su llamada a la yihad, la yihad tradicional y total...". En un discurso dado en Oklahoma City en 1988, Azzam instruyó a los musulmanes en que: "La yihad, la lucha, le es obligatoria cada vez que usted pueda llevarla a cabo. Y al igual que cuando usted está en Estados Unidos, debe ayunar... así pues, usted debe emprender también la yihad. La palabra yihad sólo significa luchar, luchar con la espada".
Lo escribe CLIFFORD D. MAY,
antiguo corresponsal del New York Times y Presidente de la Fundación por la Defensa de las Democracias, institucióninvestigadora dedicada al estudio del terrorismo. (Su dirección: http://www.defenddemocracy.org/index.php?option=com_content&task=view&id=23706&Itemid=283). Y lo publica libertaddigital.com, 23.05.10. (http://www.libertaddigital.com/opinion/clifford-d-may/los-despistados-en-la-guerra-contra-el-terrorismo-54940/ ).
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