No creo en Dios ni en el Progreso
No creo en la buena voluntad de los hombres 
Ni en una presunta maldad original 
Creo que la humildad es un vicio y la resignación cobardía
No creo en el conjunto de la sociedad ni en el interés
general 
No creo en los que predican desde púlpitos elevados 
Creo en ti y en la alegría de tu rostro 
No creo que la solución sea una guerra ni tampoco una tregua
No creo en los uniformes ni en las sotanas
Creo que un día estaré solo y moriré
No creo en las vanguardias ni en las retaguardias 
No creo en iluminados ni en mesías 
Creo que todo es poco y que poco es casi nada
No creo en banderas ni estandartes 
Creo que soy algo más viejo
Que la vida se me escapa 
Que te miro y te admiro 
Que tu voz y tu sexo aún me reconcilian con la vida 

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