La memoria teje historias donde sólo hay azar y confusión. Establece causas y efectos, razones y propósitos, objetivos y metas. Así, anuda los fragmentos de los recuerdos y construye imágenes en las que todo se ordena según un proyecto en el cual el pasado se une al presente y éste al futuro. Línea ficticia que crea la ilusión de que una vida es un continuo en el tiempo. La memoria es un bálsamo contra la miseria de la existencia. Un constructo psíquico, una ficción que, como el amor, nos hace creer que la vida tiene algún sentido y que nuestra tarea es descubrirlo.
jueves, 12 de abril de 2012
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