All we are is dust in the wind

All we are is dust in the wind
No hay que desperdiciar una buena ocasión de quedarse callado (Jorge Drexler: SILENCIO)

A NADIE PRETENDO COMUNICAR CERTEZA ALGUNA. NO LAS TENGO.

A lo sumo alguna conjetura, siempre desde la incertidumbre.

Hace años lo aprendí de Albert Camus. Más tarde, unas palabras de Michel Foucault volvieron a recordármelo: No hay que dejarse seducir por las disyunciones, ni aceptar acríticamente los términos del dilema: o bien se está a favor, o bien se está en contra. Uno puede estar enfrente y de pie.

"La idea de que todo escritor escribe forzosamente sobre sí mismo y se retrata en sus libros es uno de los infantilismos que el romanticismo nos legó...las obras de un hombre trazan a menudo la historia de sus nostalgias o de sus tentaciones, casi nunca su propia historia" (Albert Camus)

http://books.google.es/books?id=GiroehozztMC&pg=PA25&source=gbs_toc_r&cad=4#

PARA QUÉ SIRVE LA FILOSOFÍA. Paco Fernández.


domingo, 25 de marzo de 2012

Gore Vidal, un vistazo retrospectivo a los 70'


Gore Vidal en “El sexo es política” -un artículo aparecido en Playboy en Enero de 1979, y que forma parte de un conjunto de escritos publicados en un libro que responde al nombre de Sexualmente hablando (DeBolsillo, Barcelona, 2004)- sostiene que:  

  1. Las actitudes sexuales de cualquier sociedad son consecuencia de decisiones políticas.
  2. El objetivo de los gobernantes –sea quien sea quien gobierne- es seguir manteniendo el control sobre los gobernados: fieles trabajadores y sumisos consumidores.
  3. Los textos educativos y religiosos son manipulados con el fin de regular las prácticas sociales y sexuales, legitimando aquéllas que contribuyen al beneficio de las élites políticas y empresariales. Así, la ley de Dios tiende a parecerse con sospechosa exactitud a la voluntad de los propietarios de la sociedad.
  4. La pareja, el matrimonio es la institución básica que permite controlar a los individuos.  El matrimonio supone la dominación de la mujer por el hombre
  5. Entre las decisiones político-empresariales existe lo que se llama “discriminación calculada”, la justa y necesaria para que se mantenga el equilibrio entre la protesta, la reivindicación y las concesiones.
  6. En realidad no existe la persona homosexual, del mismo modo que no existe la persona heterosexual. Se trata de adjetivos que describen actos sexuales, no personas. Y estos actos sexuales son enteramente naturales. Los militantes gay reproducen la tendencia de sus detractores cuando afirman que existe algo así como una sensibilidad gay. Así pues, la locura engendra locura.
 ¿Qué decir de todo esto 33 años después? Ahí lo dejo…



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