All we are is dust in the wind

All we are is dust in the wind

A NADIE PRETENDO COMUNICAR CERTEZA ALGUNA. NO LAS TENGO.

A lo sumo alguna conjetura, siempre desde la incertidumbre.

Hace años lo aprendí de Albert Camus. Más tarde, unas palabras de Michel Foucault volvieron a recordármelo: No hay que dejarse seducir por las disyunciones, ni aceptar acríticamente los términos del dilema: o bien se está a favor, o bien se está en contra. Uno puede estar enfrente y de pie.

"La idea de que todo escritor escribe forzosamente sobre sí mismo y se retrata en sus libros es uno de los infantilismos que el romanticismo nos legó...las obras de un hombre trazan a menudo la historia de sus nostalgias o de sus tentaciones, casi nunca su propia historia" (Albert Camus)

http://books.google.es/books?id=GiroehozztMC&pg=PA25&source=gbs_toc_r&cad=4#

PARA QUÉ SIRVE LA FILOSOFÍA. Paco Fernández.


domingo, 7 de noviembre de 2010

Aforema 2010

Yo también estuve vivo

Intento conjugar el verbo vivir
Y sólo me sale el pasado 

Del presente arranco una obviedad impúdica

“Les rues, les cafés joyeux
Mêmes les trains de banlieue
Se moquent de toi, se moquent de moi....
Se moquent de moi”

Del futuro una sombra armada  
Que planta un farol demasiado evidente
En la partida que juega contra el tiempo
 

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Nada desafortunadas las palabras, texto, que preceden al videoclip.
Lo mollar está en seguir la copla con la letra delante, que ya irán surgiendo los recuerdos...

(Spitfire).

Amapola Psicovisceral dijo...

Creía yo que la nostalgia no era bien recibida en tu vida del ahora ;)

necesitamos la nostalgia del ayer y la esperanza del mañana para disfrutar del hoy, porque hoy no sería hoy si no viniera de un ayer que nos haga tomar conciencia de que estamos aquí y ahora,ni creo que tenga nuestra mente la capacidad de disfrutar de las cosas que no sean finitas; necesitamos la pauta, la medida, el sentido y la experiencia para pretender vivir sin pauta, sin medida, sin sentido y sin hacer caso de la experiencia, si esque eso se puede.

Al menos eso pienso yo...
:)

Paco dijo...

La nostalgia se invita a sí misma y entra sin preguntar, sin saludar, sin avisar, irrumpiendo inesperadamente en el curso de los acontecimientos. Siempre amenaza con hacerse presente, pero nunca sabemos ni el día ni la hora en el que hará acto de presencia. La nostalgia se impone y uno intenta barrerla, y lo consigue, y gana una batalla sabedor de que perderá la guerra. Lástima. Y la experiencia, Juls, sólo sirve para saber que te vas a estrellar, no para evitar el impacto.

Gracias por tu comentario. Y un saludo.

Paco f