All we are is dust in the wind

All we are is dust in the wind

A NADIE PRETENDO COMUNICAR CERTEZA ALGUNA. NO LAS TENGO.

A lo sumo alguna conjetura, siempre desde la incertidumbre.

Hace años lo aprendí de Albert Camus. Más tarde, unas palabras de Michel Foucault volvieron a recordármelo: No hay que dejarse seducir por las disyunciones, ni aceptar acríticamente los términos del dilema: o bien se está a favor, o bien se está en contra. Uno puede estar enfrente y de pie.

"La idea de que todo escritor escribe forzosamente sobre sí mismo y se retrata en sus libros es uno de los infantilismos que el romanticismo nos legó...las obras de un hombre trazan a menudo la historia de sus nostalgias o de sus tentaciones, casi nunca su propia historia" (Albert Camus)

http://books.google.es/books?id=GiroehozztMC&pg=PA25&source=gbs_toc_r&cad=4#

PARA QUÉ SIRVE LA FILOSOFÍA. Paco Fernández.


lunes, 14 de junio de 2010

Israel: perder la guerra para ganar la batalla de la opinión pública

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Y el PP (Partido Popular), del cuello y busto de su Secretaria General, Mª Dolores de Cospedal ("la Loli de Cospe") PIERDE VOTOS PARA GANAR -¡que se lo creen ellos!- LA BATALLA DE LA OPINIÓN PÚBLICA Y PUBLICADA.
Pasen y vean la simpática foto de la Loli de Cospe que decidió aparecer con algo parecido a un pañuelo palestino, el icono de los partidos de izquierda parlamentaria y extra.
Se ve en http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/lafotodelasemana/2010/06/14/el-final-de-otro-icono.html

(Spitfire)

Anónimo dijo...

"La señora de Cospedal, adornada con un pañuelo palestino fashion, me recordó de golpe a Patricia Hearst. Aquella joven heredera de un emporio periodístico, perfectamente apolítica, que secuestrada por el Ejército Simbiótico de Liberación, una de las bandas surgidas del alucine sesentero, se convirtió a la causa de sus captores y llegó a asaltar un banco. La foto de Hearst, ya rebautizada como Tania en honor a la compañera del Che y posando con un fusil AK-47 ante el psicodélico símbolo del grupo, ha quedado como plasmación gráfica de un enigma humano. Un misterio similar al que, salvando las distancias siderales, nos propone la secretaria general del Partido Popular con su kefiya al cuello. Tan secuestrado tiene la izquierda el imaginario, que a la derecha le entra el síndrome de Estocolmo y se suma a él sin complejos y sin reflexión en muchos casos. Puro acto reflejo el de unirse a aquello que se ha instalado como convención: ante todo, no seamos diferentes (...) La prenda representativa de ese terrorismo que ha perpetuado el drama palestino, se ha vuelto, en años recientes, un accesorio de moda. Así, se han popularizado versiones modernizadas de la kefiya que lucen los adolescentes y forman parte de un fenómeno de comercialización del "chic radical", como lo llamó Tom Wolfe hace décadas. En las pasarelas, como entre los artistas, se lleva –y puntúa– el "compromiso". Estar "comprometido", se entiende, con las causas que han obtenido el marchamo de políticamente correctas. Pocos se arriesgan a ir contracorriente (...)".

De Cristina Losada en http://www.libertaddigital.com/opinion/cristina-losada/la-kefiya-y-el-secuestro-55240/

(Spitfire),

Anónimo dijo...

Pueden leer el artículo judeófobo y antiisraelí de Alberto Ruiz-Gallardón en
http://www.elpais.com/articulo/opinion/Israel/perfil/frente/elpepuopi/20100614elpepiopi_11/Tes

Sobre el contenido del artículo del actual alcalde de Madrid, dice GEES: (...) "Lo peor no es el carácter profundamente progresista del texto de Gallardón, colección poco elaborada de los mitos más ideológicos y antiisraelíes de la izquierda española –Israel como "potencia ocupante", la sociedad israelí paranoica, los equivocados "en sus posturas políticas" activistas, el bloqueo ilegal–, ni el desconocimiento sonrojante sobre Oriente Medio del alcalde de Madrid, que le lleva a afirmar que la deriva islamista de la Turquía de Israel tiene su origen en Israel.
Lo peor de Gallardón es lo peor del antisemitismo europeo, el prejuicio racial y religioso: atribuir a los israelíes la voluntad de matar voluntariamente a alguien por "cruzar una simple frontera". El artículo del dirigente del PP, de trazo grueso, obvia el hecho de que si los soldados israelíes mataron a alguien lo era por sentirse en peligro de muerte; fue legítima defensa como justificaron los disparos, aunque otra cosa es si pudieron obrar de otra forma al defenderse. Pero hasta ahora sólo la izquierda más antisemita ha defendido que los soldados abrieron fuego para impedir que cruzaran la frontera, caricatura grotesca de lo ocurrido a bordo, y fruto del prejuicio antisemita más pueril. La izquierda más antisemita y el propio Gallardón, cuando afirma que "nadie puede arrogarse el inexistente derecho a darles muerte por haber intentado no ya cruzar una frontera, sino burlar un bloqueo ilegal". Lo cual no sólo es falso; es profundamente antisemita, y es munición propagandística para actos como los ocurridos en su ciudad, ante la pasividad, por cierto, de su policía (...)
Lo peor es que nada obligaba a Gallardón a sumarse al coro izquierdista contra Israel. Por cierto que la amistad con Israel no se muestra; se demuestra. Ni Gallardón es amigo de Israel ni lo ha demostrado nunca. Su ayuntamiento siempre ha sido más bien amigo de cualquier manifestación cultural, artística o ideológica contra Israel que de lo contrario, y ahora que Israel se ve acosado, se suma a los acosadores. Y lo hace orgulloso. Como en el chiste: "Entre los cuatro de dimos una...". (...) Peor es, en segundo lugar, que la secretaria general de su partido pose con la kefiya palestina, la misma con la que posó Zapatero en el año 2006 y por la que recibió críticas legítimas y justas del Partido Popular (...)".

http://www.libertaddigital.com/opinion/gees/oh-partido-popular-55238/

(Spitfire).

Anónimo dijo...

"La prensa de izquierdas y de derechas, hermanadas en lo políticamente correcto, califican de ultraderechista xenófobo a Geert Wilders, la gran sorpresa en las recientes elecciones holandesas en las que alcanzó 24 escaños, solamente siete menos que el vencedor, el partido liberal conservador de Mark Rutte.
Pero a Wilders debe definirlo usted. Dígase si es ultraderechista o xenófobo alguien que detesta a nazis y fascistas, que persiguieron a su padre, que es liberal en todo lo referente a las libertades, y que acepta la inmigración, aunque exige que sea regulada.
La xenofobia, dice la Academia, es odio, repugnancia u hostilidad hacia los extranjeros, algo que afirma no sentir hacia nadie. Incluso tiene sangre asiática, de sus antepasados indonesios, en la excolonia holandesa.

Geer Wilders solamente detesta el islamismo. No a los musulmanes, sino la doctrina del Corán, que es un libro tan violento y alienante en los tiempos actuales como el Mein Kampf de Hitler, afirma.
Antes católico, hoy ateo, condenaría igual la Biblia, y de ella la Torah, base del judaísmo, si se considerara libro doctrinal, contemporáneo, a seguir ahora, como ocurre con el Corán. Texto al que se unen abundantes hadizes que imponen una sanguinaria ley religiosa, la sharia.
Denuncia además la inmoralidad de los partidos políticos que callan ante las prácticas radicales del islamismo para ganar votos musulmanes, y señala que la penetración del fanatismo trae exigencias crecientes que afectan a la seguridad y bienestar de la ciudadanía.
Ese avance se ve incluso en la reislamización acelerada de Turquía, candidata a miembro de la UE, y cuya adhesión rechaza enérgicamente.
Dice lo mismo, pues, que los asesinados, Pim Fortuyn, político gay holandés, y el cineasta Theo Van Gogh.
Y como Ayan Irsi Ali, musa de Van Gogh, Wilders también está condenado a muerte por los islamistas".

Este breve artículo pertenece a Manuel Molares Do Val, de su página "Crónicas Bárbaras" en periodistadigital.com
http://blogs.periodistadigital.com/cronicasbarbaras.php

(Spitfire)