Para Isabel, por si sirve de algo.
Aforema 2057 Los cronopios y la frustración
Es de dominio público, porque aparece en todos los informes elaborados hasta el momento, que los cronopios no conocen la frustración, esa afección del alma que se nutre del fracaso tras el esfuerzo realizado para satisfacer un deseo, alcanzar un objetivo o cumplir una expectativa. Y ello porque los cronopios, a diferencia de los famas, nunca han desarrollado esa otra afección del alma, tan extendida entre el ser humano, que responde al nombre de esperanza. Los cronopios no se desesperan ya que nunca esperan (Hope), para ellos no tener esperanzas no implica que se viva instalado en la desesperación. Cuando un cronopio no consigue el objetivo que persigue o no satisface el deseo que lo lanza, no se resigna ni se frustra, sino que ensaya diferentes formas de olvidar cuanto antes que hubo objetivo, deseo, camino o senda, expectativa o promesa de epifanía.
Mi amigo Arcadio, el dueño del Cluny, que desde hace tiempo forma parte del prontuario de enormísimos cronopios, ha recopilado las diferentes estrategias cronopiotipicas de poner tierra por medio con respecto a la frustración. Yo, que no soy un cronopio, pues me falta valor y audacia para ello, suelo utilizar la siguiente: en completa oscuridad, pongo en el giradiscos el KOLN CONCERT de Keith Jarret para deslizarme en sus notas hasta donde me lleve mi silencio. Otra es la de disfrazarme de miembro de los Village People y bailar MACHO MAN con la coreografía apropiada -Aunque esta última solo cuando estoy demasiado jodido, pues no es conveniente abusar de ella. Dicen que crea adicción.
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