All we are is dust in the wind

All we are is dust in the wind

A NADIE PRETENDO COMUNICAR CERTEZA ALGUNA. NO LAS TENGO.

A lo sumo alguna conjetura, siempre desde la incertidumbre.

Hace años lo aprendí de Albert Camus. Más tarde, unas palabras de Michel Foucault volvieron a recordármelo: No hay que dejarse seducir por las disyunciones, ni aceptar acríticamente los términos del dilema: o bien se está a favor, o bien se está en contra. Uno puede estar enfrente y de pie.

"La idea de que todo escritor escribe forzosamente sobre sí mismo y se retrata en sus libros es uno de los infantilismos que el romanticismo nos legó...las obras de un hombre trazan a menudo la historia de sus nostalgias o de sus tentaciones, casi nunca su propia historia" (Albert Camus)

http://books.google.es/books?id=GiroehozztMC&pg=PA25&source=gbs_toc_r&cad=4#

PARA QUÉ SIRVE LA FILOSOFÍA. Paco Fernández.


lunes, 2 de julio de 2018

Camusiana 0031

Hoy, 3 de agosto, a las 12:15 releo EL VERANO, una colección de ensayos de Albert Camus. Mi lectura se detiene ante unas palabras -que de modo no muy diferente aparecen en LOS CARNETS- a propósito de la relación entre el escritor y su obra. En la página 584 (vol. 3, de la edición de Alianza Tres a cargo de José María Guelbenzu) Camus dice lo siguiente:

"La idea de que todo escritor escribe forzosamente sobre sí mismo y se pinta en sus libros es una de las puerilidades que el romanticismo nos ha legado. No es imposible, muy al contrario, que un artista se interese ante todo por los demás, o por su época, o por mitos familiares. Aun cuando se ponga a sí mismo en escena, puede considerarse excepcional que hable de lo que él realmente es. Las obras de un hombre trazan con frecuencia la historia de sus nostalgias o de sus tentaciones, casi nunca su propia historia, sobre todo cuando prestenden ser autobiográficas. Ningún hombre se ha atrevido nunca a pintarse tal como es."

Yo que no soy escritor, pues Erato jamás consiguió seducirme, pero que, de vez en cuando, cometo la imprudencia de perturbar el sentido de las cosas con mis absurdas y prescindibles palabras, sé que estas sí que hablan de nostalgias, de inquietudes, de esperanzas, de sueños, de renuncias y de...pero nunca son el espejo del que escribe. Quizás, aproximaciones, imágenes difusas de un rostro que siempre aparece difuminado.

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