All we are is dust in the wind

All we are is dust in the wind

A NADIE PRETENDO COMUNICAR CERTEZA ALGUNA. NO LAS TENGO.

A lo sumo alguna conjetura, siempre desde la incertidumbre.

Hace años lo aprendí de Albert Camus. Más tarde, unas palabras de Michel Foucault volvieron a recordármelo: No hay que dejarse seducir por las disyunciones, ni aceptar acríticamente los términos del dilema: o bien se está a favor, o bien se está en contra. Uno puede estar enfrente y de pie.

"La idea de que todo escritor escribe forzosamente sobre sí mismo y se retrata en sus libros es uno de los infantilismos que el romanticismo nos legó...las obras de un hombre trazan a menudo la historia de sus nostalgias o de sus tentaciones, casi nunca su propia historia" (Albert Camus)

http://books.google.es/books?id=GiroehozztMC&pg=PA25&source=gbs_toc_r&cad=4#

PARA QUÉ SIRVE LA FILOSOFÍA. Paco Fernández.


jueves, 19 de julio de 2018

Aforema 0950 THE SICK ROSE (Revisited)


The Sick Rose Revisited.

En una antología de poesía romántica inglesa encontré hace ya muchos años unos versos de W. Blake que se convirtieron en parte de mi segunda piel, esa que surge al hilo de lecturas y experiencias y que llega a confundirse con la epidermis hasta el punto de formar un compuesto cuyas partes son inseparables: 

He who binds himself to a joy
Does the winged life destroy;
He who kisses joy as it flies
Lives in eternity's sun rise


Quien a sí encadenara una alegría
Malogrará su vida alada;
Pero a quien la alegría besare en su aleteo
Vive en el alba de la eternidad.

A propósito de The Sick Rose, sigo repasando papeles, notas y apuntes. Y encuentro un poema de Charles Baudelaire titulado La muse malade. Transcribo, por su semejanza con el de Blake, los primeros versos:

Ma pauvre muse, hélas! Qu’as-tu donc ce matin?
Tes yeux creux sont peuplés de visions nocturnes,

Et je vois tour à tour réfléchis sur ton teint

La folie et l’horreur, froides et taciturnes.

El marco conceptual es bastante parecido al de Blake. La noche es el espacio propicio para que los espíritus se vean sometido a las más poderosas tentaciones, de las cuales ni siquiera las rosas o las musas se libran. En otro poema de Baudelaire, llamado Remords Posthume, aparece la figura del gusano. Aquí también con un sentido negativo, vinculado al remordimiento y a la culpa, a la conciencia. Selecciono el último verso: “Et le ver rongera ta peau comme un remords.”

Y torpemente ensayo unos versos:

Palabras del poeta,
Que no son ya sus sueños
Ni el gesto burlón de la insensata prudencia,
Palabras del poeta,
Que son laberintos
Inventando el verso
Y la encrucijada,
El mágico instante
Y la eterna promesa.
¿Cesó el sueño cuando supo que soñaba?
El sueño no murió
Gracias a las palabras del poeta.

Que son un trasunto frustrado de aquellos otros del insigne autor de “La casa de Asterion”:  

La rosa,
la inmarcesible rosa que no canto,
la que es peso y fragancia,
la del negro jardín en la alta noche,
la de cualquier jardín y cualquier tarde,
la rosa que resurge de la tenue
ceniza por el arte de la alquimia,
la rosa de los persas y de Ariosto,
la que siempre está sola,
la que siempre es la rosa de las rosas,
la joven flor platónica,
la ardiente y ciega rosa que no canto,
la rosa inalcanzable.”

¿Cómo hablar tras sentir las palabras del poeta?

¿Qué es la rosa?
Silencio.
Se imponen las palabras del poeta:

No sé qué es esto.
Es algo que no se ha dicho nunca…
Algo sin nombre que aún no está en el lenguaje
Ni en el símbolo.”

 ¿Qué es la rosa?
Callo,
Me temo que fui demasiado osado
Al mezclar mis torpes palabras
Con las palabras del poeta. 

Con ojos cansados pero abiertos hacia la profunda oscuridad, observar y callar con los párpados agitados por la profunda oscuridad, con la mirada fatigada y los ojos fatigados descansando en la profunda oscuridad. Y después, con los ojos cansados dirigir la mirada, vigilar constantemente, estar alerta deslizándome sobre la esperanza de ser sorprendido por algo inesperado, uno de esos momentos que brillan en la profunda oscuridad, centelleando en su devenir rutilante, hirviendo rápido, pasando tan veloz que no podemos permitirnos un descuido, porque cualquier distracción impediría retener lo que no podemos perder, lo que no podemos ignorar, que no podemos dejar porque ese fulgor rápido y casi imperceptible, nos recuerda que somos emoción, pasión y sentimientos...


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