Aforema 1147
 Demasiada verdad y demasiada belleza -¿qué alma puede aguantarlas?- en los versos de Ángel González: 
Evita que mañana te deshaga
todo lo que tú mismo
pudiste no haber hecho ayer.
todo lo que tú mismo
pudiste no haber hecho ayer.
Ayer viví insomne. No hice casi nada. Hoy, que ayer era mañana, no 
podrá deshacer nada. Insomnio destructivo se llama el acaecer de un no 
hacer salvo escuchar el tétrico y ominoso cántico que entonan las 
entrañas. Ángel González es ya uno de mis yoes que me hablan y me 
invitan a romper el círculo vicioso de mi ya pasada noche abrazado a mí 
mismo. De lamer mis heridas tengo la lengua desgastada y no de compartir
 una sonrisa cuando frente a frente mi boca se aferra a tu sexo. Anoche 
fue el insomnio, hoy tengo el deber moral de ser fiel al poeta y a sus 
palabras. 

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