Ella dijo: me voy. Él contestó: ¿a dónde?, e inmediatamente, sin vacilar, le susurró al oído: voy
contigo. Sus cuerpos se fundieron en un mismo gemido saturado de tiempo denso, el mismo que
anuncia la inminencia de una recíproca convulsión o el éxtasis diferido y
prolongado. Otros lo llaman orgasmo.
CINE / RIEFENSTAHL, DE ANDRES VEIEL
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Excelente documental el del alemán Andres Veiel (Stuttgart, 1959) —director
de *Amando a Highsmith*, sobre la escritora, y *Beuys*, sobre el
arquitec...
Hace 8 horas
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