All we are is dust in the wind

All we are is dust in the wind

A NADIE PRETENDO COMUNICAR CERTEZA ALGUNA. NO LAS TENGO.

A lo sumo alguna conjetura, siempre desde la incertidumbre.

Hace años lo aprendí de Albert Camus. Más tarde, unas palabras de Michel Foucault volvieron a recordármelo: No hay que dejarse seducir por las disyunciones, ni aceptar acríticamente los términos del dilema: o bien se está a favor, o bien se está en contra. Uno puede estar enfrente y de pie.

"La idea de que todo escritor escribe forzosamente sobre sí mismo y se retrata en sus libros es uno de los infantilismos que el romanticismo nos legó...las obras de un hombre trazan a menudo la historia de sus nostalgias o de sus tentaciones, casi nunca su propia historia" (Albert Camus)

http://books.google.es/books?id=GiroehozztMC&pg=PA25&source=gbs_toc_r&cad=4#

PARA QUÉ SIRVE LA FILOSOFÍA. Paco Fernández.


lunes, 11 de octubre de 2010

De CRONOPIOS y de palabras



No es la poesía un arte cultivada especialmente por los cronopios. Su mundo es lo suficientemente irreal como para perder el tiempo en uno de los múltiples géneros de la literatura de ficción. Cuando un cronopio, lápiz en mano, se propone alterar el orden de las cosas utilizando como instrumento las palabras, entonces suelen escribir listas como la siguiente:


Amor, esa palabra
Jazz, ese ruído
Amor, ese ruído
Jazz, esa palabra
Vida, ese laberinto
Siempre, esa mentira
Nunca, esa impostura
Amor, esa vida
Jazz, ese amor
Mentira, esa palabra
Pareja, esa paradoja
Amor, jazz, Vida, esas palabras
Palabra, ese amor
Pareja, ese ruído
Paradójica, esa pareja
Siempre, ese sueño



El resto de cronopios finge escuchar al pseudopoeta y cuando éste termina le presentan sus condolencias, le tiran suavemente de las orejas mientras le tararean al oído Love.


2 comentarios:

Josefa dijo...

"Siempre", "Nunca" y "Jamás" son palabras muy mentirosas. Juegan a engañar a los cronopios y cronopias, que las creen, y, como consecuencia, caen en un estado depresivo intermitente. Paradójicamente, no creerlas, sería negar la condición humana, "la insoportable levedad del ser", por tanto, cronopios y cronopias deben seguir jugando a lo de siempre: a engañar y a engañarse, así, hasta que dure...

Paco Fernández Megual dijo...

Hi Josefa, creo que no se conoce ningún caso de depresión cronopial. Tienes razón en cuanto a lo del juego. Ellos siempre juegan, incluso, en ocasiones, fingen deprimirse porque les gusta que otros cronopios se les acerquen y les hagan muecas y guiños para mostrarles que realmente se preocupan por ellos. Pero, enseguida se cansan y todos juntos se acercan a las puertas de las casas de los famas, miran por el agujero de la cerradura y contemplan sorprendidos que estos sí se deprimen. No se atreven a llamar y antes de que aparezca el más mínimo síntoma de compasión, comienzan a desfilar en fila india, sin apenas hacer ruido, hacia sus casas.

Un saludo y gracias por tu comentario.