All we are is dust in the wind

All we are is dust in the wind

A NADIE PRETENDO COMUNICAR CERTEZA ALGUNA. NO LAS TENGO.

A lo sumo alguna conjetura, siempre desde la incertidumbre.

Hace años lo aprendí de Albert Camus. Más tarde, unas palabras de Michel Foucault volvieron a recordármelo: No hay que dejarse seducir por las disyunciones, ni aceptar acríticamente los términos del dilema: o bien se está a favor, o bien se está en contra. Uno puede estar enfrente y de pie.

"La idea de que todo escritor escribe forzosamente sobre sí mismo y se retrata en sus libros es uno de los infantilismos que el romanticismo nos legó...las obras de un hombre trazan a menudo la historia de sus nostalgias o de sus tentaciones, casi nunca su propia historia" (Albert Camus)

http://books.google.es/books?id=GiroehozztMC&pg=PA25&source=gbs_toc_r&cad=4#

PARA QUÉ SIRVE LA FILOSOFÍA. Paco Fernández.


domingo, 6 de marzo de 2011

Benedicto XVI exime a los judíos de la acusación de pueblo deicida, pero DEBERÍA PEDIRLES PERDÓN POR UNA ACUSACIÓN MANTENIDA -aunque no oficialmente- DURANTE 1815 AÑOS POR LA IGLESIA CATÓLICA

Un artículo aparecido en Libertad Digital referente al nuevo libro de Benedicto XVI, señala que éste exime a los judíos de la muerte de Jesús de acuerdo con la declaración "Nostra Aetate" de 1965.

Es cierto que la acusación de pueblo deicida jamás fue doctrina oficial de la Iglesia, pero también lo es que dicha acusación fue repetida una y mil veces desde los púlpitos hasta arraigar de tal modo en la gente que incluso hoy en día se puede oír por boca de personas pertenecientes, o no, a la religión católica.

Según Gustavo Perednik, Melito, Obispo de Sardis, fue el primero en explicitar el mito del deicidio, allá por el año 150. Desde entonces, y pasando por toda la literatura antijudía "Adversus Judaeous": de Juan Crisostomo a Tomás de Aquino, por ejemplo, el mito no fue desmentido por las altas esferas del Vaticano hasta 1965. La Católica Iglesia tardó sólo 1815 años en desmentir la acusación. Mientras tanto, sirvió para expulsar, perseguir, forzar al baustismo y asesinar a los judíos. Ciertamente, los caminos del Señor son insondables.

Ahora, Benedicto XVI vuelve sobre la cuestión para reactualizar el desmentido. Pero, no convence. Por lo menos a mí. Sus argumentos: "no fue todo el pueblo" hebreo "como tal", el verdadero grupo de acusadores son los círculos del templo" y la "masa de los que apoyaban a Barrabás".

La "Nostra Aetate" sostenía que "aunque las autoridades de los judíos con sus seguidores reclamaron la muerte de Cristo, sin embargo, lo que en su Pasión se hizo, no puede ser imputado ni indistintamente a todos los judíos que entonces vivían ni a los judíos de hoy."

El Papa actual, así como el Concilio Vaticano II, deberían matizar más sus declaraciones sobre los responsables de la condena a muerte de Jesús de Nazaret. También lo sabían los que jamás desmintieron tal acusación y que además la utilizaron en su política de persecuciones y demás actos antijudíos. El antijudaísmo -de palabra, obra u omisión- de la Iglesia Católica es un hecho, por lo menos, hasta tiempos recientes, y así lo prueba la historia. Sin embargo, a la hora de buscar responsables de la muerte de Jesús, la cosa no está tan clara.

Gustavo Perednik hace las siguientes observaciones:

1. El Sanedrín nunca se reunía en las festividades hebreas y muy raramente aplicaba penas de muerte.
2. Había crímenes que la ley biblica penaba con la muerte, pero no era el caso de proclamarse HIJO DE DIOS, que, por otra parte, no implicaba ningún tipo de trasgresión.
3. Los romanos solían grabar enla cruz del reo la índole de su delito. En la de Jesús, INRI (Jesús de Nazaret, Rey de los Judíos), alude al crimen político de sedición. Se trata, por tanto, de un crimen contra Roma, castigado con un modo de ejecución romano.
4. En cuanto al rol de Pilatos, cabe hacerse las siguientes cuestiones:
a. ¿Por qué el Sanedrín solicitaría ayuda del enemigo romano para castigar a un judío si, como era el caso, tenía autoridad par ejecutar las penas que imponía?
b. ¿Por qué el Procurador habría de salir en defensa de un judío?
5. “Lavarse las manos” es un rito judío que se realiza antes de comer, al visitar los cementerios o como símbolo de pureza. Es extraño que Pilatos lleve a cabo ese gesto. Probablemente, quien se lavó las manos fue el Sanedrín a fin de no contrariar la decesión del Procurador. El motivo por el que los protagonistas de este relato fueron intercambiados, fue que los redactores del Nuevo Testamento pretendieron eximir a Roma de toda culpa en el proceso a fin de no obstaculizar la expansión de la nueva religión.