All we are is dust in the wind

All we are is dust in the wind

A NADIE PRETENDO COMUNICAR CERTEZA ALGUNA. NO LAS TENGO.

A lo sumo alguna conjetura, siempre desde la incertidumbre.

Hace años lo aprendí de Albert Camus. Más tarde, unas palabras de Michel Foucault volvieron a recordármelo: No hay que dejarse seducir por las disyunciones, ni aceptar acríticamente los términos del dilema: o bien se está a favor, o bien se está en contra. Uno puede estar enfrente y de pie.

"La idea de que todo escritor escribe forzosamente sobre sí mismo y se retrata en sus libros es uno de los infantilismos que el romanticismo nos legó...las obras de un hombre trazan a menudo la historia de sus nostalgias o de sus tentaciones, casi nunca su propia historia" (Albert Camus)

http://books.google.es/books?id=GiroehozztMC&pg=PA25&source=gbs_toc_r&cad=4#

PARA QUÉ SIRVE LA FILOSOFÍA. Paco Fernández.


martes, 31 de enero de 2012

Improvisación 012012 + 1

No me fío de ese extraño mamífero
que se ha llamado a sí mismo Ser Humano
Sé de lo que hablo pues soy uno de ellos
El más ignorante puede ser capaz del acto más noble  
y del más ruín y abyecto el más docto e ilustrado
mutatis mutandis
a la inversa también cabe la fórmula
La diferencia se encuentra en la justificación o las razones

Improvisación 012012


No me fío de ese extraño mamífero
que se ha llamado a sí mismo Ser Humano
Sé de lo que hablo pues soy uno de ellos
El más ignorante puede ser capaz del acto más terrible 
El más culto no le va a la zaga en su voluntad destructiva y criminal
La diferencia se encuentra en la justificación o las razones

viernes, 27 de enero de 2012

Whisky or Whiskey? This is the question two


 La palabra whisky no aparece hasta 1618. Y lo hace en la lista de los gastos funerarios de un señor de las Highlands. El Whisky gozaba de reputación como medio para acabar con la melancolía y alegrar los corazones. "Durante el siglo XVII, los entierros eran el marco idóneo para la embriaguez etílica. En la página 18 del libro cuya portada presentamos podemos leer lo siguiente: "A fuerza de ahogar sus penas, con frecuencia se olvidan del difunto..."

Whisky or whiskey? This is the question.


Las palabras WHISKY y VODKA proceden de la misma raíz indoeuropea que bajo las formas WED, WOD y WD significa AGUA. Este último término se convierte para los eslavos en VODKA y en WHISKY para los irlandeses. La palabra USQUEBAUGH, que esmalta los textos antiguos, tiene su origen en el ERSO -un antiguo dialecto céltico de las Highlands de Escocia e Irlanda. Es el equivalente a la expresión latina AQUA VITAE, la cual en francés da EAU DE VIE, en danés AQUAVIT y UISGE BEATHA en gaélico. La pronunciación -siempre desfigurada y enjerigonzada- dio lugar a OOSKA y OOSKIE. En las lenguas anglosajonas, el lenguaje hablado transformó UISGE en WHISKY. Así, mientras los irlandeses beben WHISKY, los irlandeses y americanos beben WHISKEY.

Obra de referencia: EL LIBRO DE LOS AMANTES DEL WHISKY, de P. Casamayor y M. Colombani. (a nice present from my paredro)

jueves, 26 de enero de 2012

La diáspora sefardí y los indios americanos. Una perla más...

"Los indios americanos eran descendientes de judíos" es una idea que se forjó tras el descubrimiento de América y que recoge Luisa Pedrique en su artículo "La diáspora sefardí en el nuevo mundo" cuando cita el libro de Isaac Benarroch Aproximación a una Historia de los Sefarditas en América Latina. 

 El mito del origen judío de los indios se forjó a partir de las siguientes consideraciones:

1. Los descubridores españoles creyeron que Perú era Ophir debido a la cantidad de oro que encontrarón allí.   Se pensó, entonces, que los indios americanos eran descendientes de los marinos que Salomón envió para buscar oro con el fin de construir el Templo.
2. Los cristianos viejos pensaban que la "perversidad de los indios" les venía de su supuesto origen judío.
3. Igualmente, pensaban que las lenguas indígenas eran derivaciones del hebreo.
4. Por último, y para rizar el rizo, decían que la palabra "indio" escondía, realmente, la palabra "judio". A la observación perspicaz de los cristianos no podía escapársele tal cosa.

Aforema 63

 Mi generación
experta en el arte 
de sentir el amargo sabor de la derrota 
sin haber librado batalla alguna
llegó tarde a todas las citas con la historia 
sin pretextar ninguna disculpa 
inocente de todo y repartiendo 
a diestro y siniestro 
un repertorio infinito de            culpas


martes, 17 de enero de 2012

Primo Levi-Todorov: sobre la Shoah 1




En 1946, Primo Levi escribe un libro llamado Si esto es un hombre, un testimonio de su experiencia como prisionero en el campo de exterminio de Auschwitz. Mas tarde, un año antes de su muerte (1896) publica lo que podría ser llamado su testamento espiritual: Los hundidos y los salvados. A pesar de su trágica experiencia, no duda, en ambos libros, en afirmar contundentemente la común humanidad que reside en todos los hombres. Ni nihilismo ni maniqueísmo. Levi no pretende ser un moralista. Ni victimismo ni hieratismo condenatorio. Leví es un analista.  Como señala Tzvetan Todorov: “Nunca idealizará a las víctimas ni ensombrecerá a los verdugos, pero jamás confundirá a los unos con los otros”. Su análisis tiene como objetivo evitar el olvido y forjar la memoria: un procedimiento para evitar la repetición, o en todo caso la similitud de formas que posibilitaron el mal. A la razón dialéctica, histórica, analítica, etc., Reyes Mate opone la razón anamnética, la cual no evalúa tanto el “cómo pudo suceder el Holocausto”, sino “cómo entender la historia a partir del Holocausto”. Todorov va más allá: la memoria es necesaria pero no suficiente, es preciso que “el recuerdo vaya acompañado de una interpretación y de unas instrucciones de uso”. Todorov encuentra el manual, precisamente, en el segundo de los libros de Levi. La locura del mundo no debe hacernos renunciar a Atenas, a la razón. Tal es la enseñanza de Primo Levi. Para terminar, de nuevo Todorov: “seguimos necesitando a Primo Levi.”

sábado, 14 de enero de 2012

Edmond Jabès: sobre la Shoah 1





“(…) es preciso luchar contra la idea que tiene a imponerse, a medida que el olvido hace su labor, según la cual los nazis no eran más que brutos venidos de otro planeta. ¿Cómo olvidar que han sido apoyados por la gran mayoría del pueblo alemán, inclusive, salvo algunas excepciones, por su élite intelectual? Es, pues, a la cultura sobre la que nos apoyamos a la que hay que interrogar. Debemos captar cómo ha podido parir lo peor y no solo en qué se ha revelado incapaz de impedirlo (…)"

Daniel Goldhagen: sobre la Shoah 1




Tres cuestiones sobre el HOLOCAUSTO se formula Philippe Burrin en su libro Resentimiento y apocalipsis: ¿Por qué ocurrió en Alemania? ¿Por qué a partir de 1933? ¿Por qué se llegó hasta la masacre y el crimen masivo? En la “Introducción” presenta la tesis de Daniel Goldhagen. La respuesta a las preguntas formuladas es simple: el odio a los judíos. El genocidio no es sino la consecuencia de una larga tradición de estigmatización de los judíos en el mundo cristiano. Alemania desarrolló a partir del siglo XIX un antisemitismo virulento que tuvo como consecuencia el programa de exterminio del pueblo judío. En la base de la Shoah se encuentra la mentalidad alemana que hizo del exterminio de los judíos un proyecto nacional.   

viernes, 13 de enero de 2012

Saul Friedländer: sobre la Shoah 1



En la “Introducción” a ¿Por qué el Holocausto?, Saul Friedländer afirma: 

“El presente estudio parte de la hipótesis siguiente: la persecución y el exterminio de los judíos por los nazis proviene, ante todo, de una psicopatología colectiva.”(1)
          
                    (1)El subrayado es mío.  

martes, 10 de enero de 2012

Pierre Sorlin: sobre el Holocausto 1





"...el genocidio es un contrasentido, y, en cuanto tal, carece de explicación..." afirma Pierre Sorlin en El antisemitismo alemán. La ejecución del programa de exterminio sistemático del pueblo judío escapa al análisis racional de los "hechos". La realidad se manifiesta impermeable a los intentos de comprender el porqué y el cómo de unos hechos cuya importancia histórica compromete a la historia misma.

lunes, 9 de enero de 2012

Zigmunt Bauman: sobre la Shoah 1



El Holocausto no fue un episodio “extraño” a la sociedad moderna, sino su producto, fundamentalmente la voluntad de los Estados-Nación de ocultar y anular al “extraño”, según criterios racistas o culturales, en virtud de la asimilación cultura. Baumann propone la figura del judío como arquetipo de la “extrañeidad”. Los nazis utilizaron las herramientas técnicas e ideológicas que la modernidad había generado para lograr la máxima eficacia en la consecución de sus objetivos. El Holocausto no fue una locura perpetrada por unos sádicos, sino el resultado de una acción colectiva que implicó a toda una sociedad, a sus instituciones y mecanismos racionales, para lograr el éxito de su empresa de exterminio: el lenguaje neutro y propagandístico, la división del trabajo, la invisibilidad de las víctimas, la postulación de un ideal o destino nacional común e, incluso, la colaboración de las mismas víctimas. La sociedad moderna no debía conducir necesariamente al Holocausto, pero sí contenía los elementos que lo hicieron posible. ¿Hemos analizado suficientemente dichos elementos?  

Hannah Arendt: sobre la Shoah 1


En un escrito de 1950, publicado en Jewish Studies, Hannah Arendt contribuye a la discusión sobre el carácter del Holocausto Nazi afirmando que el marco conceptual hermenéutico de las ciencias sociales y humanas es inadecuado y debe ser revisado a fin de poder comprender el fenómeno de los campos de concentración y de exterminio. Tal fenómeno no encaja en el paradigma de las ciencias de la época. La cualidad distintiva de dichos campos es su función anti-utilitaria, la idea de que para los nazis era mucho más importante el exterminio de los judíos que la propia guerra. La lógica de los campos de exterminio va más allá de las pretensiones antisemitas de carácter racista o economicista, es un sinsentido para el sentido común y para la lógica de las ciencias sociales y humanas comprometidas con la explicación y comprensión del ser humano y de su conducta. De ahí la necesidad de revisar el paradigma interpretativo de los hechos sociales a fin de encajar en él el fenómeno de los campos: “laboratorios en los que se experimenta la dominación total” mediante la anulación de la humanidad que hay en el individuo o la desintegración de su personalidad en tres fases: destrucción de la personalidad jurídica, moral e individual. 

“La cuestión está en que Hitler no era como Genghis Khan y no era peor que otros grandes criminales, sino enteramente diferente. Lo que no tiene precedente no es el asesinato en sí mismo, ni el número de víctimas, ni siquiera el ‘el número de personas que se unieron para perpretarlo’. Lo es más bien el sinsentido ideológico que lo causó, la mecanización de la ejecución y el cuidadoso y calculado establecimiento de un mundo de muertos en que nada tiene ya ningún sentido.”


viernes, 6 de enero de 2012

Velocidad/Lentitud



"...el hombre encorvado encima de su MOTO no puede concentrarse sino en el instante presente de su vuelo; se aferra al fragmento de tiempo desgajado del pasado y del porvenir; ha sido arrancado a la continuidad del tiempo; dicho de otra manera, está en estado de éxtasis; en este estado, no sabe nada de su edad, nada de su mujer, nada de sus hijos, nada de sus preocupaciones y, por lo tanto, no tiene miedo, porque la fuente del miedo está en el porvenir, y el que se libera del porvenir no tiene nada que temer.

la velocidad es la forma de éxtasis que la revolución técnica ha brindado al hombre. Contrariamente al va en moto, el que corre a pie está siempre presente en su cuerpo, permanentemente obligado a pensar en sus ampolas, en su jadeo; cuando corre siente su peso, su edad, consciente más que nunca de sí mismo y del tiempo de su vida. Todo cambia cuando el hombre delega la facultad de ser velos a una máquina: a partir de entonces, su propio cuerpo queda fuera de juego y se entrega a una velocidad que es incorporal, inmaterial, pura velocidad, velocidad en sí misma,velocidad éxtasis.

Curiosa alianza: la fría impersonalidad de la técnica y el fuego del éxtasis."

                                                                                                Milan Kundera, LA LENTITUD.