Aforema 2030
Amar es, entre otras cosas, experimentar la distancia que separa dos cuerpos, dos almas que se reclaman. Es una mera cuestión aritmética: la suma de uno más uno es dos. Hay una superposición de estados configurados por una pulsión de cercanía y una conciencia de la distancia. En ocasiones, los cuerpos pueden llegar incluso a tocarse, pero las almas retroceden ante la inminencia de un contacto físico. En otras, la cercanía de los espíritus contrasta con la distancia entre los cuerpos. Quizás estos momentos también forman parte de la experiencia amorosa, cuya singularidad no es sino la conjunción imperfecta de los cuerpos y de los espíritus. Lo expresó mejor Leonard Cohen:
And you want to travel with her, and you want to travel blind /And then you know that she will trust you / For you've touched her perfect body with your mind.