All we are is dust in the wind

All we are is dust in the wind

A NADIE PRETENDO COMUNICAR CERTEZA ALGUNA. NO LAS TENGO.

A lo sumo alguna conjetura, siempre desde la incertidumbre.

Hace años lo aprendí de Albert Camus. Más tarde, unas palabras de Michel Foucault volvieron a recordármelo: No hay que dejarse seducir por las disyunciones, ni aceptar acríticamente los términos del dilema: o bien se está a favor, o bien se está en contra. Uno puede estar enfrente y de pie.

"La idea de que todo escritor escribe forzosamente sobre sí mismo y se retrata en sus libros es uno de los infantilismos que el romanticismo nos legó...las obras de un hombre trazan a menudo la historia de sus nostalgias o de sus tentaciones, casi nunca su propia historia" (Albert Camus)

http://books.google.es/books?id=GiroehozztMC&pg=PA25&source=gbs_toc_r&cad=4#

PARA QUÉ SIRVE LA FILOSOFÍA. Paco Fernández.


miércoles, 1 de abril de 2020

22 DE MARZO

Día 22 de marzo. Día 7 de confinamiento. 

Día gris. Abro al azar un libro de Tzvetan Todorov: pensador búlgaro de nacimiento y francés de adopción. Un intelectual que ha continuado esa línea espiritual y reflexiva de la que forman parte escritores de la talla de Albert Camus o George Orwell: pensaron su época, su momento histórico, de un modo implacable, sin concesiones al lirismo irenista de la utopías, ni a la épica mesiánica de las religiones seculares que, inspiradas en la célebre sentencia nietzscheana de que “Dios ha muerto”, han derivado en fórmulas y regímenes totalitarios fundamentados en la perversa certeza de que el fin siempre justifica los medios.

Todorov no es un filósofo, ni un historiador, ni un sociólogo, ni un teórico de la política. Es todas esas cosas por la intensidad de su pensamiento y la virtud de exponerlo de un modo inteligible. Rescato sus palabras porque son un buen ejemplo para los que creemos que no todo vale y que no todo está perdido:

“Rechazar el maniqueísmo significa ser consciente de que el mal no es del todo ajeno a nosotros y de que no siempre hay que eliminar al que lo comete. Rechazar el nihilismo, o el relativismo radical, significa comprometerse decididamente en favor de determinados valores. El camino que permite unir estos dos rechazos es estrecho, y no estoy seguro de haberme mantenido siempre en él, sin inclinarme hacia un lado o hacia otro. Pero sigo estando convencido de que, aunque estrecho, existe y podemos tomarlo. Y es el camino que me gustaría recomendar a todos.”

Noche gris. El insomnio llamó a mi puerta y yo en un descuido lo invité a entrar. Noche en la que el tiempo es silencio y el silencio es tiempo. Intentó convencerme de que la vida es absurda con palabras carentes de ritmos y de rimas. Grité para adentro, ese grito que nadie oye porque se hunde en mis entrañas. Protesté en voz baja. Los demás dormían. Situé correctamente los paréntesis, los vacíos y las grietas por las que se nos escapa la alegría. Pensé en un Dios en el que no creo pero me confié al buen juicio de quienes si creen: Simone Weil y Edith Stein son un buen ejemplo de ello. Dos mujeres-luz, dos pensadoras en tiempos de oscuridad, por utilizar las palabras de Hannah Arendt.
El insomnio, a veces, miente, corroe el alma y persuade de que todo es banalidad, miseria y desesperación. El insomnio vuelve opaco lo transparente.

El mundo es pétreo. Pero las piedras también se agrietan, son porosas. La vida puede ser tan dura como pétreo es el mundo. Pienso que es un deber moral encontrar esos poros y crear esas grietas.
Insisto en ello: no soy creyente. No obstante, creo que hay que valorar una doctrina, sea cual sea, teniendo en cuenta tanto su grandeza como sus miserias. No existe lugar para el rechazo total y absoluto. Tal actitud es cosa de adolescentes. Y creo que hace mucho tiempo que dejé de serlo. De ahí que incorpore palabras e ideas procedentes de diferentes fuentes, incluso si son juzgadas como contrarias o contradictorias por aquellos que creen poseer la verdad absoluta. De ahí que considere la actualidad de dos preceptos que deberían funcionar como ideales regulativos de la razón y de la praxis:

“El que ama al prójimo ha cumplido la ley”
“Amarás a tu prójimo como a ti mismo”

Cada cual es libre de interpretarlos según estime oportuno. Mis amigos ateos me reprocharán que recurra a citas neotestamentarias. Mis amigos creyentes me mirarán sorprendidos. Así entre el reproche y la sorpresa de los otros sigo intentando domesticar mi naturaleza y sujetar mi temperamento. Lo cual no es tarea fácil.

Vuelvo a lo cotidiano. Hoy toca desinfección de pomos y espacios de contacto. Llueve, pero el día ya no me parece tan gris. La imagen de tu rostro ha conjurado la amenaza del absurdo. 




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